viernes, 25 de junio de 2010

Tic-Toc.

A veces, llega el momento que nunca querías que llegase, el olvido. Es doloroso, pero todo llega a un fin.Siempre.

Creo que esto se acabó, es lo que me estas demostrando, que ya no te importo, que ya no existo, me has apartado de tí, más aún, parece imposible, ¿verdad?. Pues lo has conseguido.
Has conseguido hacerme llorar escuchando una canción, que digo una, Decenas.
Por que todo me suena a tí, todo lo que veo me recuerda a tí y todo lo que imagino está relacionado contigo.
No consigo recordar el inicio de lo nuestro, pero si el fin. O eso parece.
me enseñaste a querer lo que no veía.
A madurar. A comprender. A reír aunque no me apeteciera, sólo para aparentar. A ocultar el dolor, a disimularlo. A esperar. A esconder esa lagrima que me cae cuando hablo de tí y sobre tí. A muchas cosas que sin ti no lo hubiese conseguido.
En realidad no me arrepiento de nada, no me arrepiento de haberte entregado mi amor y mi corazón. Todo lo que ocurre es por algo, siempre es así.
Ahora se que lo que teníamos no era tal real como mis sueños, alguna vez hay que despertar. Ya es hora de despertar, se acabó lo dulce y empezó lo amargo, como digo siempre, lo dulce no sería tan dulce si no existiera lo amargo.
Pero se que todo ha terminado antes de verte, ir y llorar por ti. Antes de que me consolases con una abrazo, un beso, una acaricia.
Sólo bastaba una palabra para sanarme, para que me hicieras tan feliz.
Tic-Toc. Cariño, ya sonó la campana del olvido.

Adiós.

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