domingo, 3 de octubre de 2010

Débil.

Esa tarde no pude resistirme a sus encantos, antes de salir lo tenia bien claro no pasaría nada entre nosotros, lo pasado estaba pasado, pero derrepente su mirada se cruzo con la mia, sus labios, su peinado y el brillo de sus ojos me hicieron desaparecer de aquella realidad, y me adentre en un beso, no cualquier beso, era de en ensueño.
Tengo ganas de ti.

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