Y DEJAR
la
tristeza
PARA
QUIÉN
LA
QUIERA.
Recuerdos, bonitos recuerdos… Mientras tanto, miles de gotas caen sobre mi cuerpo, encogido sobre si mismo, en una esquina de la bañera. Mi cara está tapada por una cortina negra, empapada, es mejor así, no necesito ver nada más. Ya he visto suficiente. Me vuelvo a meter en mi mundo. Conversaciones, antiguas conversaciones, recientes conversaciones… que me hacen pesar. De fondo oigo el agua caer, bonito sonido, no necesito oir nada más. No me expliques nada más. Esencias, delicadas esencias… El agua, hace encogerme aún más, tiene que estar a más de 40 Grados. El vapor dificulta mi respiración. Mejor. No quiero recordar su olor, el olor de su piel, el olor de sus besos. Hace que se me encoja en corazón. Tac,tac,tac… Resvala sobre mi pelo, sobre mi espalda, rozando todo mi cuerpo. Mierda.Viene a mi mente sus caricias, interminables caricias… Corto el agua. Y aún así me hundo, me ahoga, me duele en lo más hondo de mi, me falta el aire. No me muevo. Me está invadiendo toda. Su presencia, asfisia mi alma. Oye, se está bien aquí. Es como estar con él.
Una espina clavada sigue en mí. Es una tarde más, está atardeciendo, ahí estaba yo, en el cruce de la gigante avenida, esperando a que cambie el semáforo de color. Rojo, Amarillo y... Pasas con el tiempo suficiente para cruzar una mirada conmigo; me hago la tonta, ignorando tu petición a ese vistazo fugaz. Pero no puedo evitar mirar de reojo, una pequeña ojeada, ver como esa L sigue puesta dónde siempre y daleada para variar. Una risa pícara sale de mis labios, recordando esos momentos, que aunque creía que eran superficiales y escasos, surgen con amargura. Aparece una pena, esa de no haber acabado bien, de seguir cada uno con su vida sin poner fin al principio de la nuestra, cada uno con el suyo, un camino a medio terminar. Quiero un buen final para los dos. Prometo una explicación.
