Nos imagino.
Y entonces, cierro mis ojos y vuelo, aparezco dónde tú estás.
Te veo y me acerco.
Te recorro con la mirada, más cerca.
Te acaricio y siento tu piel.
Te huelo.
Me pongo de puntillas y te abrazo, tus labios rozan mi frente.
Me abrazas.
Siento la presión sobre mi piel, arde. Empiezo a llorar y tu ni te das cuenta.
O tal vez, si.
Y justo en ese momento estás pensando en mi, sin saber el porqué.
No hay comentarios:
Publicar un comentario