Normalmente, cuando te regalan un juguete nuevo, abandonabas a todos los anteriores por la novedad. Esto me recuerda algo a ti. Fui una muñeca, que te pertenecia. Pero llegan los reyes, tu cumpleaños y aparecen nuevos juguetes, nuevas muñecas y por supuesto, aparcas a tus trastos favoritos para probar los nuevos. Allí está esa muñeca que enormemente te gustaba, apostrada en un rincón, cogiendo polvo.
El tiempo pasa, sigues provando. Llega un momento en el que te aburres. Oye, ¿Te acuerdas de aquel jueguete que tanto te divertía, que tanto te hacía feliz?. Vas a buscarlo y no está. ¿Y ahora qué?Pequeño ingenuo, me he largado.
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